Huerto Escolar

 


Cada vez somos más las escuelas que crean actividades para los niños y niñas enfocadas a que conozcan la naturaleza y trabajen en equipo. 


Una de esas actividades son los huertos escolares, experiencia que se ha llevado a la práctica en nuestro Centro a través del Programa IMPULSA-Inclusión, puesto en marcha por la Consejería de Educación y Deporte con objeto de garantizar la igualdad de oportunidades. 


La iniciativa de la maestra de AL, María González , la colaboración del profesorado del Aula TEA y el entusiasmo de los alumnos y alumnas han hecho realidad el que en nuestro huerto se haya cultivado y recolectado verduras y plantas aromáticas.


 


Para su puesta en marcha hemos necesitado:


-    Un semillero donde plantar las semillas que posteriormente se plantarán en el huerto.

-        Instrucciones sobre qué sembrar en cada época del año.

-        Herramientas para sembrar y recolectar (palas, guantes, regaderas, manguera, rastrillos,…)

-        Semillas de hortalizas y verduras.

-        Arena y abono.

 Una vez que tenemos todos los materiales, toca ponerse en marcha. Los pasos han sido:

-        Limpiar el terreno: eliminar piedras y maleza para poder cultivar.

-        Labrar el terreno: remover la tierra para que se airee.

-        Fertilizar: hemos utilizado abono natural.

-    Hacer surcos e introducir las semillas: selección de semillas según la época del año.

-        Regar: una vez a la semana se realizaba el riego.

Finalmente hemos esperado a que crezca lo que hemos plantado. Hemos seguido la evolución del crecimiento.

El huerto escolar ha aportado multitud de beneficios a nuestros niños y niñas del aula Tea, por ejemplo:

-  Desarrollo de habilidades motrices: requiere remover la tierra y utilizar instrumentos con las manos (palas, regaderas,…)

-      Trabajo en equipo: requiere que el grupo de alumnos-as sigan unas indicaciones del profesorado y haya una coordinación para repartir las tareas. El trabajo en equipo, promoverá valores como el respeto y la igualdad.

        -         Responsabilidad: cada niño-a asume una responsabilidad en relación al huerto.

-  Aprendizaje sobre los alimentos: aprenden las vitaminas que tienen los alimentos cultivados o cómo elaborar comidas nutritivas con esos productos.

 

En definitiva, el huerto escolar ha supuesto una actividad pedagógica enriquecedora para nuestros niños y niñas en contacto con la naturaleza y al aire libre.




Comentarios

  1. Brillante idea por la que me he sentido interesado.

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  2. Gracias por apoyar las ideas y dejarnos hacer cositas como estas.
    Muy entusiasmada junto a mis compañeras Isa del aula TEA e Isabel (monitora) que han estado muy implicadas y atentas al huerto.
    Enhorabuena a los peques del aula por su esfuerzo.

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