El día 30 de Noviembre, finalizó su etapa
laboral la Srta. Maite. Cumplió sesenta años y decidió, después de toda una vida trabajando en la enseñanza, dedicarse a otras actividades personales y
familiares, fuera ya del ámbito docente. Le felicitamos doblemente, por su
cumpleaños y por su muy merecida jubilación.
María Teresa Díaz Garrido forma parte de
nuestro Claustro desde el curso 1996/97. Han sido 18 años de servicios, los que ha prestado en el colegio Pablo
Picasso.
Además de maestra y tutora, durante once años
ha pertenecido al Equipo Directivo del centro, desempeñando las labores de Jefa
de Estudios y posteriormente de Secretaria.
Han sido muchos los alumnos/as que han pasado
por sus manos. Muchos de "Sus niños"
como ella siempre los ha denominado, son ya hombres y mujeres, otros continúan
todavía realizando estudios superiores o
están en el instituto y estos que aparecen en la siguiente fotografía son los de cuarto A ... sus últimos "niños" de su larga carrera profesional.
18 años educando a un montón de niños y niñas
que siempre la recordarán con respeto y con mucho cariño. En todo momento supo
trasladarles la ilusión, la alegría y las ganas de aprender. Se preocupó por
ellos, más allá de la mera impartición de las clases. Además de una buena
maestra, ha sido una magnífica tutora.
El Consejo Escolar, en la última sesión a la
que asistía antes de su jubilación, como miembro y secretaría del mismo, tomó por unanimidad el siguiente acuerdo:
1.- Mostrarle su reconocimiento público y gratitud
al trabajo, compañerismo, profesionalidad y buen hacer,
que durante tantos años, ha desarrollado en nuestro Colegio.
2.- Agradecerle igualmente su actitud,
siempre tan responsable y comprometida, hacia los niños, los compañeros/as y hacia la escuela en general. Sus múltiples
cualidades personales se han ido reflejando constantemente en la convivencia
cotidiana y en el buen hacer como gestora y educadora.
3.-
Por todo ello, los miembros de este Consejo Escolar, reunidos en sesión de Extraordinaria, acuerdan concederle la
insignia de honor de nuestro Colegio como testimonio de lo expresado
anteriormente.
4.-
Finalmente, trasladarle, la más sincera felicitación por el descanso que tiene
sobradamente merecido y el deseo de máxima felicidad y plenitud en la nueva
larga etapa de su vida que ahora comienza.
El último día de clases fue muy entrañable.
En un pequeño acto sorpresa con todos los alumnos/as en el SUM, se le hizo
entrega de un ramo de flores, alumnos le dedicaron poesías, bailes y palabras
cariñosas de despedida... También, todos los maestros/as de la escuela, le
dedicaron una canción...
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